Por una izquierda ecologista

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Cuidar el agua

Nuestros ríos y arroyos, así como el agua de los pozos y represas, son un bien público prioritario. Los niveles de contaminación actuales no admiten la menor demora en tomar medidas que reviertan la situación. En esta línea, planteamos:

  • Eliminar los beneficios tributarios a los fertilizantes y plaguicidas, así como regular los plaguicidas que generan daño a la salud y al ambiente.
  • Aplicar las normas de ordenamiento territorial para defender la zona costera de la apropiación privada y del uso indebido, para así garantizar su disfrute público.
  • Cobrar a los grandes usuarios de aguas públicas (arroceros, industrias, embotelladoras de agua) el impuesto previsto para financiar la fiscalización y la promoción de un uso sustentable.
  • Prohibir el fracking hidráulico y desincentivar la exploración  petrolera.
  • Expandir las áreas protegidas hasta alcanzar el 15% del territorio continental y 10% del marino.

Impulsar la agroecología

Para dejar de contaminar el ambiente, planteamos que trabajadores/as y consumidores/as iniciemos la transición agroecológica a partir de las siguientes medidas:

  • Destinar, al menos, 10% del presupuesto utilizado en desarrollo rural e investigación a programas de transición agroecológica.
  • Promover incentivos económicos a productores que opten por la transición agroecológica.
  • Prohibir el uso de plaguicidas en el entorno de viviendas rurales y en los espacios públicos de los centros poblados.
  • Adecuar los impuestos que se cobran a los propietarios rurales, y exonerar de estos a productores familiares.
  • Detener la autorizaci6n de cultivos transgénicos hasta que se  discutan y legislen sus correspondientes criterios.
  • Revocar las autorizaciones de transgénicos liberados con opinión contraria del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y del Ministerio de Salud Pública.

Casa Grande Reflexiona

  • Repensar la sociedad en la que vivimos de acuerdo a las cuatro leyes de la ecología:
    • Todo está conectado con todo.
    • Todo va a parar a algún lugar.
    • La naturaleza es la más sabia.
    • Las consecuencias las pagamos todos.
  • Pasar de la política de «siempre más» a la política de «lo suficiente». Lo que implica “menos” velocidad, propiedad y mercado.
  • Cuestionar la calidad ambiental de nuestro crecimiento económico e incorporar los costos ambientales del aumento del producto en cualquier cálculo de rentabilidad.

En función de esto proponemos impulsar:

  • PRÁCTICAS DE CONSERVACIÓN Y PRINCIPIOS PRECAUTORIOS
  • “QUIEN CONTAMINA, PAGA”
  • PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y PLURALISMO

Casa Grande Propone

  • Un nuevo pacto político en materia de medio ambiente que transite hacia una sociedad ecológica con una nueva política, una nueva economía y una nueva cultura.
  • Proteger la naturaleza es proteger a las personas: para la ciencia está cada vez más claro el vínculo entre la conservación del mundo y nuestra salud y felicidad-bienestar. Proponemos fortalecer las herramientas institucionales para conservarla, incentivar la educación ambiental para la construcción de una nueva cultura ambiental e impulsar nuevas leyes que pongan en el centro del debate público el cuidado de la naturaleza.
  • Producir alimentos de manera saludable y parar el sufrimiento de los seres vivos utilizados en dicha producción.
  • Iniciar una transición hacia la agroecología, con la incorporación de otros sistemas como la producción orgánica.
  • La eliminación de subsidios económicos perversos tales como las exoneraciones para la importación de agroquímicos. En cambio, planteamos impulsar incentivos económicos, por ejemplo, a productores que opten por una transición agroecológica, incorporar los «impuestos verdes».
  • Asegurar mayores niveles de sustentabilidad en la movilidad y el transporte: favorecer medios de transporte público y privado con base en energías limpias (bicicletas, motor eléctrico sobre petróleo, etc.).
  • Cuestionar y transformar la estructura de nuestros patrones de consumo: combatir el consumo exacerbado e ingresar los desechos a la economía como productos (circularidad). Proponer una meta razonable para incrementar el reciclaje de residuos sólidos.
  • Hacer cumplir la ley de ordenamiento territorial, y ordenar desde lo “local”. Para ello, impulsar la democracia ambiental: más y mejor participación.