Ante el golpe de Estado en Bolivia, Casa Grande declara:

Ante el golpe de Estado perpetrado en el hermano Estado Plurinacional de Bolivia, el pasado domingo 10 de noviembre, Casa Grande declara:

(1) Su más enérgico rechazo a dicho golpe de Estado.

(2) Su solidaridad con el presidente Evo Morales, quien ha sido presionado para renunciar a su cargo por parte de cuerpos armados policíacos y militares y por grupos civiles antidemocráticos.

(3) Su exhortación a que la comunidad internacional condene dicho golpe de Estado y clame por el inmediato reestablecimiento del Estado de derecho en Bolivia.

(4) Su exhortación a que se celebren elecciones libres, sin proscripciones y con todas las garantías, tal como el presidente Morales había convocado antes de verse obligado a presentar la renuncia a su cargo.

(5) El más absoluto rechazo a la violencia desatada en Bolivia y a las ominosas expresiones de odio y racismo que han irrumpido en los últimos días contra representantes del gobierno del MAS, mujeres indígenas y civiles movilizados.

(6) Su honda preocupación por que actos tan violentamente antidemocráticos y rupturistas del orden constitucional, como los que están sucediendo en Bolivia, no sean condenados por gran parte de los partidos de oposición en Uruguay.


El acuerdo Mercosur – Unión Europea

Por Alberto Couriel.

Después de 20 años de negociaciones se concretó la firma de un Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, que aún requiere atender requisitos legales y la aprobación parlamentaria de los 4 países de nuestra región y 28 países europeos. A último momento surgieron factores políticos que decidieron la firma correspondiente. Macri y Bolsonaro precisaban algún resultado exitoso en el plano internacional. Algunos líderes europeos necesitaban una reafirmación de la Unión Europea y una demostración de la necesidad del libre comercio afectado por la política de EEUU. Los Tratados de Libre Comercio pueden ser buenos o malos para los firmantes, pero hay que estudiarlos y profundizarlos para sacar conclusiones. No estamos ni en contra ni a favor de los mismos, pero precisamos toda la información que aún no se dispone. Este es uno de los problemas de estos acuerdos. Se elaboran y negocian en secreto, salvo para las grandes empresas transnacionales que generalmente disponen de toda la información e influyen sobre los resultados. Para la derecha política y los economistas neoliberales estos tratados son favorables para ambas partes, generalmente sin haber obtenido los resultados de los impactos comerciales y económicos. Para la izquierda, se hacen esfuerzos de analizar los correspondientes impactos económicos, pero generalmente son críticos de los mismos por resultados negativos sobre los países de la periferia. Las Confederaciones Sindicales del Mercosur se han expresado en forma bastante crítica de este tratado. 

Con la poca información existente haremos esfuerzos de análisis del acuerdo. En materia comercial los países del Mercosur exportan recursos naturales, commodities con bajo valor agregado e importan desde Europa bienes manufactureros y servicios de alta y media tecnología. En materia agrícola los países del Mercosur pidieron una ampliación de cuota de carne de 400.000 toneladas y sólo obtuvieron 99.000 y eliminación de aranceles para la cuota Hilton. La Unión Europea mantiene cuotas para determinados rubros agropecuarios y también subsidios a la producción de algunos productos agrícolas. Francia fue el país que más limitaciones puso al acuerdo en defensa de sus productores agrícolas y sigue declarando que seguirá revisando el acuerdo pese a la firma decidida. El acuerdo puede generar ventajas para algunos productos agropecuarios provenientes de los países del Mercosur. Pero son ventajas para seguir exportando commodities, recursos naturales con bajo valor agregado. Desde este ángulo seguimos cumpliendo el papel de la periferia y no podemos resolver el tema del empleo. Los países del Mercosur van a seguir exportando recursos naturales, pero en primera instancia debieran aumentar el valor agregado todo lo que sea posible. Con estas mejoras el tema del empleo permanece sin resolver. 

En el sector industrial todas las ventajas son para los europeos que tienen en la actualidad mayor competitividad. Mercosur en un período de tiempo de 10 años deberá eliminar los aranceles a los rubros de la industria manufacturera, con lo que es posible que queden afectados diversos sectores productivos como la industria automovilística, pero también podría quedar afectada rubros industriales más sencillos como textil y calzado. Quedarían más afectadas las industrias de Brasil y Argentina. En el caso del Uruguay podría afectarse inclusive rubros industriales con potencialidades de participar en futuras cadenas de valor regionales. También se afectarían las exportaciones intrarregionales. Uruguay le vende al Mercosur rubros manufacturados que posiblemente no podrían estar en condiciones de competir con industrias provenientes de Europa. Lo mismo podrían afectarse las exportaciones industriales de Argentina a Brasil y de Brasil a Argentina. También podría pasar con rubros de servicios con dificultades de competir con sectores de servicios europeos.

El futuro de los países del Mercosur pasa por exportar rubros industriales y de servicios de alta y media tecnología como lo hacen los países desarrollados. Ello requiere avanzar con mayor valor agregado a los recursos naturales y sobre todo, participar en cadenas de valor internacionales y regionales donde se concreten avances tecnológicos significativos.

Además de lo comercial se agregan a estos tratados temas de conveniencia para los países desarrollados como propiedad intelectual que es uno de los temas más prioritarios y compras estatales. Se alargan plazos de patentes y se les otorga a las grandes empresas extranjeras “trato nacional” compitiendo en igualdad de condiciones con las empresas nacionales e impidiendo que las compras estatales puedan utilizarse para mejorar empleo, para atender  a pequeñas empresas, o para avances tecnológicos de empresas nacionales.

Esperamos los textos definitivos para una evaluación más profunda, pero hasta el momento las pérdidas superan ampliamente a los beneficios como vienen analizando en diversas noticias que hemos visto y leído de la Argentina. 


Constanza Moreira: Venezuela es un nudo gordiano de la política mundial

Compartimos la intervención de Constanza Moreira en el senado el jueves 14 de febrero sobre Venezuela.

Empiezo por lo primero en el sentido de que el tema viene acaparando la agenda mundial. Me pregunto por qué. No vi a los países de la Unión Europea o al señor presidente Trump preocupados por la destitución de Dilma Rousseff, por la prisión de Luiz Inácio Lula da Silva ni por la extrañísima elección en Honduras, en la que se demoró alrededor de veinte días en dar a conocer el resultado: había un 5% de diferencia a favor del otro candidato y la Corte Suprema de Justicia decidió permitir la reelección cuando, en realidad, estaba prohibida por la Constitución. No vi que armaran un escándalo, pero ¿a quién le importa Honduras?

Creo que Venezuela acapara la atención mundial porque es un nudo gordiano de la política mundial; allí están China y Rusia, y hay petróleo. Se trata de la vieja lucha por el poder geopolítico en América Latina.

La política exterior del Uruguay merece un reconocimiento, dado que un país pequeño como el nuestro protagoniza un encuentro con más de cincuenta países en el que logra hacer desensillar a la Unión Europea de su pretensión de celebrar elecciones en noventa días, mientras nombra un presidente encargado; repito: un presidente encargado. Más neocolonialista que ese lenguaje, imposible. El Uruguay es un país pequeño que logra desnudar lo que alguna vez llamé la mascarada del reconocimiento a Guaidó por parte de Trump y de la Unión Europea.

Guaidó tuvo 96.000 votos, y Maduro, 6:000.000. ¿Qué más podríamos decir que no haya señalado brillantemente el canciller? Hubo un 40% de participación electoral, y la participación para decirle que no al proceso de paz fue del 35%. En fin, no es por la participación electoral por lo que no se reconoce la legitimidad de Maduro.

No son elecciones fraudulentas las de Venezuela. Ese es un error y yo me dedico a ese tema. No son fraudulentas; el sistema electoral venezolano funciona muy bien, tienen votación electrónica. El fraude ha sido usado como amenaza política para deslegitimar el resultado electoral antes de que se produzca, lo cual es el sabotaje más terrible a la democracia porque la democracia es un sistema de elección de gobernantes donde no se sabe quién va a ganar, ¿no? Esa es la idea. El Consejo Nacional Electoral tiene cinco miembros. Dos de ellos fueron designados por la misma asamblea legislativa que hoy se arroga –por la mayoría que tiene– la potestad de ser el Poder Ejecutivo. Que un congreso quiera ser el Poder Ejecutivo es la cosa más loca del mundo. ¡Separación de poderes! No está bien que ese poder no funcione, porque el Poder Ejecutivo, en realidad, declaró que había habido elecciones fraudulentas en tales casos, pidió que se hicieran esas elecciones de nuevo y la oposición se negó. Todos tensaron la cuerda en la inoperancia de la Asamblea Nacional de Venezuela, pero la Asamblea Nacional de Venezuela no es el Poder Ejecutivo. Claro, puede destituir al Poder Ejecutivo como hizo el Congreso brasileño con Dilma, pero para eso faltan algunos pasitos intermedios. ¿Es legítima la Asamblea Nacional? Sí, seguro. Es legítima. Creo que también había proscripciones cuando se eligió la Asamblea Nacional y no le impidieron a nadie participar. Yo sí quiero recordar la historia uruguaya, porque el presidente Sanguinetti fue un presidente legítimo, a pesar de que en este país estaban proscriptos los dos principales líderes políticos: Wilson Ferreira Aldunate y Seregni. Sanguinetti fue un presidente legítimo y había proscripciones. Pero, además, el canciller también se refirió a eso. La actitud de no participar, el abstencionismo para deslegitimar instituciones es la peor práctica que existe. Es una mala práctica; yo no la aconsejaría nunca, salvo, claro, que estemos en dictadura, como lo hicimos en su momento.

¿Es legítimo el Gobierno de Maduro? Es legítimo el Gobierno de Maduro con el 46 % de los votos. ¿Hay presos políticos? En Brasil se llevaron como preso político al principal dirigente político de la oposición y acá a nadie se le movió un pelo. Reitero: al principal dirigente político de la oposición. Y ni voy a hablar de los asesinatos en Brasil. Ni voy a hablar de los trescientos asesinatos en Colombia. Pero, ¡claro! Eran campesinos, dueños de empresas de transporte. No importaban. Todos los días hay asesinatos en Colombia. Entonces en Brasil se llevaron preso al principal líder político en el juicio más turbio de la historia, dirigido por un juez que hoy es integrante del gabinete de Bolsonaro. ¡Es un escándalo! No es un escándalo solo para los que somos de izquierda; es un escándalo para cualquiera que tenga fe democrática en serio.

¿La legitimidad es un fundamento de origen? Lo que se cuestiona nunca es la legitimidad en el caso de Maduro sino la legalidad del proceso, y esto el señor senador Bordaberry debería saberlo mejor que nadie, porque su padre tuvo legitimidad de origen, pero fue juzgado por la ilegalidad del proceso. Entonces, cuando se discute la ilegitimidad de Maduro, digo «¡Qué raro! Porque lo que se discute acá es la ilegalidad del proceso; no es la legitimidad de Maduro». Y ahí pienso, «¡Pero, Constanza, no seas tronca!» ¿Por qué discuten la legitimidad? Porque discutir la legitimidad lleva al derrocamiento. Es una trampa mortal, pero es una trampa conceptual engañosa y venenosa. La legitimidad de Maduro está dada por un proceso electoral, de la misma manera que la legitimidad de la Asamblea Nacional está dada por un proceso electoral.

No hay democracias sensatas, señor senador Bordaberry; hay toda clase de democracias. Imagínese que la democracia funciona con la monarquía y para un historiador de la antigüedad hubiera sido impensable. Democracias con monarcas que dicen: «Y sí, Tony Blair, ahora podés ser primer ministro, pero lo tiene que decir la reina». Eso es muy extraño, pero en fin, hay democracias de todo tipo y tenor. Lo que mata a las democracias latinoamericanas hoy, antes y mañana son dos cosas –y hay litros de tinta escritos sobre eso–: la desigualdad y la injerencia externa que no ha dejado respirar a las repúblicas latinoamericanas desde que se liberaron de las cadenas de la monarquía. ¡Intervenciones extranjeras en América Latina es lo que sobra, señora presidenta! Pensemos en Chile, Haití, República Dominicana. Claro que si Artigas se levantara y viera a los países latinoamericanos coreando como ranas atrás de Trump, no mataría a nadie pero se moriría de nuevo.

La maniobra de declarar a Guaidó presidente contra Maduro –porque podían haber elegido a Falcón, que tuvo dos millones de votos, o a Bertucci, con un millón– es injerencista; es una maniobra colonialista y es violentatoria del derecho internacional, como ya lo explicó brillantemente Cancillería. Y no voy a abundar sobre eso, sobre la forma en la que se reconoce a los Estados y las condiciones que son necesarias para ello porque, además, mientras reconocen a Guaidó, todos están muy contentos en las embajadas, disfrutando de la seguridad que les da el Gobierno de Maduro, disfrutando de lo que el Gobierno de Maduro les proporciona y que hace viable esa actividad diplomática. Pero además es violentatorio del derecho nacional, porque creo que el artículo 233 de la Constitución venezolana no dice nada, nada que pueda encaramar a Guaidó como presidente.

Termino con esto. ¿Ayuda humanitaria? ¿Saben los problemas que tiene Venezuela para importar medicamentos, porque tiene las cuentas congeladas, porque no tiene crédito, porque se le quedaron con las reservas? ¡Y me vienen a hablar de ayuda humanitaria! ¡Pero es la hipocresía mundial! ¿Ayuda humanitaria? El pueblo venezolano puede estar sufriendo además de la polarización política que tiene por la mala gestión de Maduro o por la mala gestión de Chávez –qué duda cabe–, pero está sufriendo por el bloqueo económico; así que cuando el señor senador Bordaberry me venga a pedir que firme por las libertades políticas, yo le voy a preguntar si él estaría dispuesto a firmar en contra del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y secundado por los otros.

Imagen: ElImpulso.com

Geopolítica y Venezuela

Vivimos en un mundo de gran incertidumbre profundizado por la presencia del presidente de los EEUU Donald Trump. Junto a esta incertidumbre está la presencia del permanente cambio tecnológico, factor clave para el mantenimiento del régimen capitalista. Estamos en una etapa histórica con una clara competencia, en todos los planos, de dos grandes potencias: EEUU y China.

EEUU mantiene hegemonía militar. Su gasto militar supera a los gastos militares de los 10 países siguientes en dicho gasto. Mantiene claro predominio en materia comunicacional, influyendo sobre los valores y culturas del mundo. Mantiene también predominio en el ámbito financiero, donde el dólar sigue siendo la moneda de reserva. En cambio, en materia comercial predomina China que es el primer exportador de bienes y de productos manufacturados. China hace esfuerzos por avanzar en el plano financiero y comienza a competir con los organismos financieros internacionales liderados por los Estados Unidos. En los últimos años, China tiene grandes progresos en el plano tecnológico y compite abiertamente con los EEUU en las Tics. La competencia entre estas dos potencias comienzan a tener peso sobre América Latina, especialmente en la América del Sur.

En el plano económico, China es el primer comprador de las materias primas que exporta esta región. Es el principal comprador de Brasil, Uruguay, Chile y Perú. Le ha otorgado financiamiento a Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela y avanza a nuevas inversiones directas en la región. Las relaciones comerciales entre China y la América del Sur han originado una nueva relación Centro-Periferia, en la medida que le vendemos materias primas con muy bajo valor agregado y le compramos a China rubros de alta y media tecnología.

Para EEUU el caso de Venezuela tiene factores económicos, políticos e ideológicos. Venezuela es el país que tiene el mayor nivel de reservas de petróleo, que para EEUU son muy importantes. Desde el punto de vista político, EEUU está interesado en combatir a los gobiernos de izquierda en la región. Pueden haber problemas con la democracia y los derechos humanos en Guatemala y Honduras pero son gobiernos de derecha que Estados Unidos apoya y defiende. Y aquí están claramente las razones ideológicas para atacar al gobierno de Maduro por parte del gobierno de Trump. EEUU no ha descartado una acción militar para derrocar a Maduro, como lo ha hecho en muchas oportunidades en la región y últimamente en Libia e Irak donde también habían reservas petroleras.

China y Rusia son dos potencias competidoras de los EEUU, que también tienen sus objetivos geoestratégicos para defender en Venezuela al gobierno de Maduro, que además está muy endeudado con ambos países.

La América del Sur ha sufrido importantes transformaciones en el campo político con la vuelta de gobiernos de derecha en Brasil, Argentina, Chile, Perú, Paraguay, Ecuador y Colombia. Buscan el mayor acercamiento posible con los EEUU. Para el caso de Venezuela han creado el grupo de Lima cuyo objetivo exclusivo es el derrocamiento del gobierno de Maduro. No se han preocupado por los acontecimientos de los gobiernos anteriores de México, ni de lo que pasa en Honduras o en Guatemala. Las razones ideológicas del grupo de Lima son muy nítidas. La unidad de América Latina y del Sur son muy importantes para ganar poder de negociación frente a los países desarrollados, como para avanzar hacia el desarrollo a través de procesos de integración. Pero a los gobiernos de derecha les interesan acuerdos comerciales bilaterales, especialmente con los EEUU, con lo que mantendrían su especialización en exportar productos primarios. Actualmente buscan eliminar la Unasur que fue un gran esfuerzo para ganar poder de negociación. En el caso de México, vía ensamblaje, le vende a EEUU productos manufacturados, pero ello no le permite ni el desarrollo ni la justicia social.

La profunda crisis económica, social y política de Venezuela es básicamente responsabilidad del gobierno de Maduro. La caída de la producción de petróleo, la impresionante inflación, la caída del PBI, la elevadísima emigración obedecen fundamentalmente a causales internas.

Uruguay ha tenido una posición muy digna en esta crisis. Ha declarado en Naciones Unidas que no aceptará ninguna intervención militar en Venezuela. Junto con México están intentando encontrar una salida pacífica a través del diálogo con la participación de Naciones Unidas. La oposición venezolana no acompaña esta propuesta porque aspira a algún tipo de levantamiento de las fuerzas armadas venezolanas contra Maduro. El 7 de febrero se realizará en Montevideo una conferencia internacional, liderada por Uruguay, México y la Unión Europea, para encontrar salidas a la crisis actual de Venezuela. Ojalá se encuentren estas rutas pacíficas porque las salidas violentas generarán un enorme baño de sangre que afectarán directamente al pueblo venezolano.


Declaración Casa Grande sobre la situación política de Venezuela

LA AYUDA QUE PRECISA VENEZUELA SIGUE ESTANDO EN EL DIÁLOGO Y EN LA DEMOCRACIA

Ante los hechos acaecidos en los últimos días, y dada la compleja situación política que atraviesa Venezuela, Casa Grande declara:

1. En el marco de la presente crisis que vive el pueblo venezolano, es necesario realizar un análisis político profundo que nos permita, como fuerza de izquierda, comprender el rol que ocupa Venezuela en el escenario geopolítico actual. Las valoraciones políticas sobre los países desencadenan acciones internacionales y suscitan respaldos directos o indirectos a los grandes poderes mundiales.

2. Rechazamos todo tipo de injerencia internacional sobre los asuntos internos venezolanos. El asedio al que está sometida Venezuela es virulento y de largo plazo, sobrepasa el gobierno de Nicolás Maduro y se instaló desde que Hugo Chávez llegó a la presidencia. Por tanto, es un asedio internacional por razones políticas e ideológicas. En este asedio han tenido gran responsabilidad el gobierno de Estados Unidos, a quien no se le puede negar su vocación imperialista e injerencista y los países que conforman el llamado Grupo de Lima.

3. Considerar el asedio internacional como fundamental no significa desconocer las responsabilidades institucionales que le competen al gobierno de Venezuela. Salvaguardar la democracia y garantizar el respeto de los derechos humanos es una responsabilidad mayúscula e ineludible para cualquier gobierno.

4. Aquellos sectores de la oposición que se han manifestado como representantes de la derecha antidemocrática en Venezuela, han llevado adelante múltiples intentos de desestabilización. Ninguno de los intentos de desplazar al gobierno utilizó las vías democráticas. Estos sectores deben ser señalados por promover atentados a la democracia en nombre de los derechos humanos.

5. Saludamos el pronunciamiento del gobierno uruguayo que, al no reconocer a Juan Guaidó, el diputado autoproclamado como Presidente de Venezuela, insiste una vez más en el diálogo pacífico y tiende la mano para que este mecanismo sea posible y efectivo. Esperamos que muchos otros países se unan a este ofrecimiento, como lo hizo México y como también propone la Organización de Naciones Unidas.

6. Rechazamos cualquier tipo de intervencionismo en Venezuela. Las realidades complejas y urgentes nunca se solucionan con intervenciones militares ni incitando una insurrección armada. Ningún derecho humano puede protegerse y salvarse por medio de la violencia o atentando contra la democracia.

7. Reafirmamos que sólo un diálogo inclusivo y basado en el reconocimiento mutuo de las partes involucradas será efectivo para solucionar los problemas de Venezuela y permitirá avanzar en la consecución de la paz, la estabilidad institucional con pleno derecho a la democracia y al respeto a los derechos humanos.


En relación al rechazo a la solicitud de asilo del ex-presidente Alan García

Casa Grande saluda la decisión del Poder Ejecutivo de rechazar la solicitud de asilo de parte del ex-presidente de Perú, Alan García

Casa Grande manifiesta su beneplácito con la decisión comunicada en el día de ayer, lunes 3 de diciembre, por parte del Poder Ejecutivo, respecto a la solicitud de asilo planteada por  ex-presidente de Perú, el Sr. Alan García.

Desde que se hizo pública la solicitud de asilo de parte del Sr. Alan García, Casa Grande manifestó su preocupacion al respecto subrayando diferentes razones que fundamentaban un rechazo a esta solicitud:

En primer lugar, razones técnico-jurídicas:

Debemos recordar el art 3 de la convención de Caracas de 1954:

Artículo III

“No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, ni a los desertores de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los hechos que motivan la solicitud de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente carácter político.”

La investigación y tipificación de delitos contra el Sr. Alan García llevada a cabo por el Estado de Perú, claramente no persigue ningún fin político. Perú busca cumplir con el compromiso firmado en abril 2018 en Lima en la VIII Cumbre de las América, “Compromiso de Lima “Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción”.

En segundo lugar, razones políticas:

Existen antecedentes del propio ex-presidente Alan García de utilizar la solicitud de asilo para evadir causas judiciales pendientes en su contra. En 1992 solicitó asilo a Colombia en el año 1992, ingresando finalmente al país al ser aprobada su solicitud. Tiempo después mediante salvoconducto García parte a Francia. Regresa en el año 2001 a su país, cuando caduca el caso que tenía abierto en Perú por posesión de armas.

Si Uruguay hubiese cedido a brindarle asilo, además de faltarle el respeto al Compromiso de Lima y la Convención de Caracas, le falta el respeto a la propia Constitución peruana, la cual indica que “toda persona debe acatarse a cualquier requerimiento judicial”. Pasando además por arriba a los tratados en materia de lucha contra la corrupción, como la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC) y la Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC).

Otro elemento importante tenido en cuenta son las propias palabras de Alan García “Nos hemos allanado al pedido de impedimento de salida del país porque tenemos interés en que se profundice toda investigación” (Twitter. 18/11/2018) “Nos allanamos para que nadie piense que ocultamos algo. Y para mi no es una sanción estar 18 meses en mi patria y apoyar al Aprismo” (Twitter. 18/11/2018). Ese mismo día García pide asilo, dejando atrás todo lo que había anunciado, dejando una situación muy confusa al respecto, con claras intenciones de eludir a la justicia, o al menos eso da a entender su comportamiento.

Asimismo, ede los 19 países donde Odebrecht ha intervenido, Perú es el país que más avances ha tenido en las investigaciones realizadas permitiendo llevar a la justicia a otros ex presidentes como Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynsky, quien se vio obligado a renunciar a su cargo.

Casa Grande considera que no existían elementos suficientes ni argumentos precisos para otorgar asilo diplomático y mucho menos dar por entendido que en Perú exista persecución política. Consideramos correcto es que García permanezca en territorio peruano a efectos de que la justicia pueda proceder como corresponde.

Uruguay tiene un compromiso regional e internacional en el combate a la corrupción, impunidad y prevención de lavado de activos. Con esta decisión, Uruguay reafirma este compromiso y respeta los valores y principios democráticos. 

Círculo Internacional, Casa Grande – FA


La corrupción en la agenda pública y el debate político en la contienda electoral

Previo al triunfo de Bolsonaro, Edgardo Novick sacó un suelto de prensa que decía: “Primero se terminaron las mentiras de los Kirchner, hoy le toca al PT [Partido de los Trabajadores] en Brasil, y el año que viene le toca al Frente Amplio en Uruguay…Las mentiras de la izquierda corrupta se agotaron”; algo parecido declaró la senadora Verónica Alonso una vez conocidos los resultados de las elecciones de Brasil: “El pueblo brasileño dio una cachetada contra políticos corruptos e ineptos, y en poco tiempo esa cachetada se dará en Uruguay”.

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En los acuerdos con los grandes, estos siempre se reservan la parte del león

El Senado aprobó el proyecto que habilita el ingreso de tropas extranjeras al país por motivo de la reunión del G20 que se realizará en Argentina. Compartimos los fragmentos principales de la intervención de Constanza Moreira, senadora de Casa Grande:

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Bolsonaro y las repercusiones en Uruguay

El triunfo de Bolsonaro tiene enormes repercusiones en la región y en el Uruguay. Brasil durante muchos años fue el primer comprador de bienes uruguayos, y ahora es el segundo después de China. La característica del intercambio dentro del Mercosur es que predominan rubros industrializados con alto valor agregado. Políticamente los sucesos brasileños, de alguna manera influirán y repercutirán en los países de la región. Se ha escrito mucho sobre Bolsonaro y sus bochornosas declaraciones con expresiones racistas, contra las mujeres, los negros, la diversidad sexual y así sucesivamente. Hay críticas desde la derecha y desde la izquierda.

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Bolsonaro y la derechización

Estamos viviendo una etapa histórica de predominio del capitalismo financiero. Lo financiero predomina sobre lo productivo y lo social. Grandes empresas transnacionales obtienen ganancias superiores en inversiones financieras de carácter especulativo que en sus actividades normales de producción de bienes. Los activos financieros pasaron de representar menos de un tercio del producto bruto interno mundial a más de doce veces dicho producto en las últimas décadas. Una de las consecuencias de este proceso de globalización financiera lo constituye el significativo aumento de las desigualdades de ingreso, de las desigualdades sociales. Y ésta es una de las principales causas de los descontentos económicos, sociales y políticos que prevalecen tanto en países desarrollados como en el mundo en desarrollo. Son una especie de descontento anti-sistema, contra la política y los políticos, donde puede ser más importante tener un empleo digno, aunque se vean afectados principios de la democracia. Estos descontentos han sido capitalizados por políticos de extrema derecha que obtuvieron importantes triunfos como el de Trump en EEUU, el Brexit en el Reino Unido, en Austria, en Hungría, en Polonia, en Italia y avances significativos en Holanda, en Suecia y en Francia.

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