Desde los sectores Casa Grande e IR, queremos manifestar nuestra profunda preocupación por la reciente aprobación de 4 eventos transgénicos para uso comercial que fueron liberados a pesar de las consideraciones vertidas por los Ministerios de Salud Pública (MSP) y Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA).
En tal sentido, y en primer lugar, apoyamos a dichas carteras en su posición de no aprobar estos eventos sin la información necesaria para garantizar que no habrá afectación al ambiente y la salud humana.
En segundo lugar, y en virtud de que posiciones similares se han manifestado desde la UdelaR y diferentes organizaciones de la sociedad civil, queremos alertar al conjunto del sistema político sobre el riesgo que implica tomar este tipo de determinaciones sin una profunda discusión social y política. Estamos ante una definición que puede afectar otros sistemas productivos y que expone a la sociedad toda a los efectos que pueda acarrear el uso masivo de otros dos agroquímicos: el 2-4 D y el dicamba, que se suman al ya ampliamente utilizado glifosato.
Las consecuencias de tal uso (masivo y combinado) para nuestro ambiente y la salud de la población son relativamente poco estudiadas y conocidas en nuestro medio, y sin embargo ya existen evidencias de los problemas que genera su aplicación a gran escala en otros países como USA. Tanto el MVOTMA como la UdelaR y la sociedad civil habían advertido que las malezas se convertirían en resistentes al glifosato, lo que vuelve una necesidad un manejo de las malezas de verano diferente a continuar agregando nuevos químicos de manera permanente. Esta práctica no es sostenible en el tiempo y, de continuar inalterada, terminará afectando nuestra capacidad de producir.
Por último, y como militantes de una fuerza política de izquierda no podemos dejar de mencionar que esta aprobación, lejos de estar asociada a una visión de desarrollo integral y sustentable del país, se da como respuesta a una nueva presión del sector privado asociada a intereses económicos transnacionales, sin una proyección clara de los beneficios económicos que podrá generar a nuestro país.
Frente a esta situación creemos que el Frente Amplio debe discutir sin prejuicios cuál es la mejor estrategia para producir alimentos de manera sostenible, afectando lo menos posible nuestros ecosistemas naturales. Una estrategia que tenga en vista la construcción de un modelo soberano, sostenible, que no siga expulsando a los pequeños productores del medio rural y concentrando la riqueza en manos de unos pocos. Nosotros estamos convencidos que el actual modelo no es sustentable ni en términos económicos, ni en términos sociales ni en términos ambientales , por lo que debemos ser capaces de actuar antes de que sea demasiado tarde.
En este contexto queremos:
- Declarar nuestro apoyo y solidaridad con lo actuado por las carteras de Medio Ambiente y Salud Pública.
- Expresar nuestro desacuerdo con lo resuelto por el Gabinete Nacional de Bioseguridad y solicitar al Gobierno Nacional que considere dejar en suspenso la aplicación de esta resolución así como la aprobación de nuevos eventos, hasta tanto no se promueva el más amplio debate con la participación de organismos involucrados, la academia y la sociedad civil en relación a los riesgos que implican y cómo manejarlos
- En el mismo sentido, resulta fundamental avanzar en que los Ministerios de Medio Ambiente y Salud Pública puedan participar sustantivamente en una evaluación ambiental integral del paquete tecnológico asociado a los eventos transgénicos y en la aprobación de una ley nacional de etiquetado transgénico que ofrezca a la ciudadanía mayor información y capacidad de ejercer su derecho a saber y decidir qué está consumiendo
- Llamar a la reflexión y al debate público sobre la necesidad de revisar y reformar la institucionalidad en temas de bioseguridad, sancionando nueva normativa de carácter integral en el Parlamento.
- Abordar, desde el Poder Ejecutivo y en sintonía con los cada vez más frecuentes planteos de la sociedad civil, la necesidad de contar con una Estrategia Integrada de Ambiente y Salud
- Solicitar al Poder Ejecutivo que tome las medidas necesarias para garantizar la coexistencia de aquellas producciones de maiz criollo que se podrían ver afectadas con la liberación de nuevas semillas transgénicas (e.g. avanzar en un inventario espacialmente explícito de cultivares criollos que permita establecer áreas completas libres de cultivos transgénicos y/o prevenir la difusión de genes mediante el aislamiento por distancia)
CASA GRANDE – IR
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1 . Ver, por ejemplo: https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/7/alemania-paso-de-comprar-90-de-la-produccion-de-miel-uruguaya-a-solo-15-debido-al-glifosato/
2. Ver, por ejemplo: https://www.washingtonpost.com/business/economy/this-miracle-weed-killer-was-supposed-to-save-farms-instead-its-devastating-them/2017/08/29/33a21a56-88e3-11e7-961d-2f373b3977ee_story.html?utm_term=.111af87cb4cd o https://www.npr.org/sections/thesalt/2017/09/22/552803465/arkansas-defies-monsanto-moves-to-ban-rogue-weedkiller
3. En sendos comunicados, la Asociación Rural del Uruguay, expresó su preocupación por la pérdida de competitividad que suponía la no aprobación de los eventos, y su beneplácito por el resultado final del proceso de evaluación. Disponible en: https://www.aru.com.uy/wp-content/uploads/2017/09/ARU-Comunicado-Agricultura.pdf y en https://www.presidencia.gub.uy/comunicacion/comunicacionnoticias/carta-vazquez-aru
4. Recordar que, en el Capítulo 4 del documento de Bases Programáticas para el Tercer Gobierno del Frente Amplio 2015-2020, la fuerza política incorporaba entre sus objetivos programáticos y líneas estratégicas, la necesidad de implementar una “Estrategia Integrada de Ambiente y Salud”. Fundamentando tal necesidad, allí se señala que “La dependencia absoluta al ambiente nos hace vulnerables a los grandes cambios ambientales, por lo tanto las nuevas tecnologías y prácticas que tengan como finalidad el desarrollo productivo deben ser evaluadas en función de los riesgos que representan para la salud humana.”