Con una sencillez que cuesta imaginar en alguien que hace más de cinco décadas viene inspirando a generaciones enteras, Angela Davis visitó por primera vez Uruguay y dejó un aroma a revolución que se respira en clave de feminismo antirracista y anticapitalista.
Junto a la comision de equidad y género de la Junta de Montevideo tuve la gran oportunidad de acompañar en la recorrida que hizo el jueves por el circuito “identidad oculta” una iniciativa de la IM que pretende recuperar la memoria histórica y avanzar en la integración y participación de los afrodescendientes en la identidad ciudadana. A pesar de lo acotado del tiempo, hubo una parada obligada en las viviendas Ufama al Sur, complejo de unidades familiares que nació como la primera cooperativa por ayuda mutua de mujeres, en un espacio de la ciudad por demás simbólico ya que de estos barrios fue expulsada el colectivo afro durante la dictadura. Allí un grupo de mujeres esperaban entre ansiosas y nerviosas la llegada de Angela, que escuchó atentamente las historia de resiliencia en la voz de sus protagonistas, mujeres que pintan canas y que con orgullo narraron cómo en medio de sus trabajos, los cuidados de la familia y las mil adversidades, pudieron levantar las paredes de lo que fue el primer logro en materia de acciones afirmativas respecto al derecho a la vivienda de la población afrodescendiente sin exclusión y que hoy es el ejemplo a seguir por otras tantas familias que esperan poder acceder a su vivienda. En medio de esas históricas mujeres que le han puesto el cuerpo a la lucha por el reconocimiento de derechos a la comunidad afro, también hubo tiempo para recordar aquellos días en los que desde este rincón del mundo también se reclamaba por su liberación y que ella agradeció profundamente emocionada. Y en medio de ese clima, Angela fue despedida entre palmas y bailes improvisados como agasajo a una referente que enamoró con su presencia.
La siguiente parada fue en la Casa de la Cultura afrouruguaya, donde un salón repleto esperaba para escuchar la voz poderosa de esta mujer que en su juventud fue la más representativa pantera negra y que hoy recorre el mundo levantando la voz en defensa de los más vulnerables, de las poblaciones oprimidas por este sistema capitalista que tiende a derechizar a la sociedad y que reclama a gritos que un feminismo amplio, donde quepamos todos y todas sea capaz de cambiar el rumbo a una sociedad más justa.
Estos pocos días que Angela Davis visitó este rincón del mundo alcanzaron para que reconociera en Uruguay un país que es la esperanza de América Latina, que vivimos en un país que ha enriquecido su legislación reconociendo derechos y asegurando el ejercicio de los mismos. Que tenemos un largo camino a recorrer para que la justicia social deje de ser una meta a alcanzar para ser una realidad que nos alcance a todos y todas pero desde que el Frente Amplio es gobierno, estamos caminando con paso firme y seguro y más temprano que tarde, llegaremos.