LA AYUDA QUE PRECISA VENEZUELA SIGUE ESTANDO EN EL DIÁLOGO Y EN LA DEMOCRACIA
Ante los hechos acaecidos en los últimos días, y dada la compleja situación política que atraviesa Venezuela, Casa Grande declara:
1. En el marco de la presente crisis que vive el pueblo venezolano, es necesario realizar un análisis político profundo que nos permita, como fuerza de izquierda, comprender el rol que ocupa Venezuela en el escenario geopolítico actual. Las valoraciones políticas sobre los países desencadenan acciones internacionales y suscitan respaldos directos o indirectos a los grandes poderes mundiales.
2. Rechazamos todo tipo de injerencia internacional sobre los asuntos internos venezolanos. El asedio al que está sometida Venezuela es virulento y de largo plazo, sobrepasa el gobierno de Nicolás Maduro y se instaló desde que Hugo Chávez llegó a la presidencia. Por tanto, es un asedio internacional por razones políticas e ideológicas. En este asedio han tenido gran responsabilidad el gobierno de Estados Unidos, a quien no se le puede negar su vocación imperialista e injerencista y los países que conforman el llamado Grupo de Lima.
3. Considerar el asedio internacional como fundamental no significa desconocer las responsabilidades institucionales que le competen al gobierno de Venezuela. Salvaguardar la democracia y garantizar el respeto de los derechos humanos es una responsabilidad mayúscula e ineludible para cualquier gobierno.
4. Aquellos sectores de la oposición que se han manifestado como representantes de la derecha antidemocrática en Venezuela, han llevado adelante múltiples intentos de desestabilización. Ninguno de los intentos de desplazar al gobierno utilizó las vías democráticas. Estos sectores deben ser señalados por promover atentados a la democracia en nombre de los derechos humanos.
5. Saludamos el pronunciamiento del gobierno uruguayo que, al no reconocer a Juan Guaidó, el diputado autoproclamado como Presidente de Venezuela, insiste una vez más en el diálogo pacífico y tiende la mano para que este mecanismo sea posible y efectivo. Esperamos que muchos otros países se unan a este ofrecimiento, como lo hizo México y como también propone la Organización de Naciones Unidas.
6. Rechazamos cualquier tipo de intervencionismo en Venezuela. Las realidades complejas y urgentes nunca se solucionan con intervenciones militares ni incitando una insurrección armada. Ningún derecho humano puede protegerse y salvarse por medio de la violencia o atentando contra la democracia.
7. Reafirmamos que sólo un diálogo inclusivo y basado en el reconocimiento mutuo de las partes involucradas será efectivo para solucionar los problemas de Venezuela y permitirá avanzar en la consecución de la paz, la estabilidad institucional con pleno derecho a la democracia y al respeto a los derechos humanos.