Declaración política a favor del Plan Nacional para el fomento de la Producción con Bases Agroecológicas
¿Por qué el Frente Amplio y sus legisladores deben apoyar la ley de agroecología?
En el programa del Frente Amplio para el período 2015-2020 se define como prioridad la implementación de un Plan Nacional para la promoción de la Agroecología y la Agricultura Orgánica. Teniendo en cuenta estos lineamientos políticos las y los legisladores del FA presentaron un proyecto de ley en el 2016. Este proyecto de ley ha estado olvidado por dos años, y ahora cuando queda solo un año y medio para que el parlamento lo apruebe, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca plantea objeciones al mismo. Esta demora en el cumplimiento del programa prometido a la ciudadanía y construido en colaboración con organizaciones sociales que incluyen a productores agroecológicos, vulnera la confianza de la ciudadanía en el FA y en sus legisladores y legisladoras, y al mismo tiempo genera distancia con las organizaciones de productores, consumidores y académicos que impulsan este modelo. Aprobar esta ley permitirá impulsar un modelo alternativo que cuida el ambiente, a los pequeños productores agropecuarios, a la producción agropecuaria familiar, y a quienes consumimos alimentos. Llamamos a las y los legisladores del Frente Amplio a aprobar esta ley rápidamente para poder implementar el Plan de Agroecología en lo que queda en este período.
En el programa 2015-2020, resultado del debate de la coalición y su aprobación en el Congreso Rodney Arismendi, se definen los objetivos que se buscan con la ley. Allí, se sintetizan los principios básicos que deben guiar nuestra conducta en la gestión gubernamental. Estos principios incluyen tres conceptos: 1) Seguridad alimentaria y nutricional, 2) Soberanía alimentaria y 3) Salud y ambiente. Garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población es una inversión social que permitirá el desarrollo de una población más fuerte y sana. El derecho a la alimentación sana y de calidad es parte de acuerdos internacionales que el país subscribe. Existe actualmente un proyecto de ley para garantizar el derecho a la alimentación, que podrá potenciarse con la promoción de la agroecología.
Apoyar e invertir en un plan nacional de agroecología es una estrategia de desarrollo que nos permite abordar los desafíos del siglo XXI como el cambio climático, la inestabilidad económica global y la degradación del ambiente. Este modelo nos permite dar una respuesta multidimensional a problemas ambientales, sociales, culturales, económicos y políticos.
La agroecología tiene otras dimensiones además de las ambientales, sociales y económicas. Este modelo rescata el saber y patrimonio cultural de la agricultura local que ha ido desarrollándose a lo largo de la historia para dar respuesta a las demandas y características de nuestro contexto. Es importante por eso generar espacios de participación ciudadana y control social que aseguren que este modelo no se coopte y se diluya limitando la propuesta a sus dimensiones ambientales. La agroecología ofrece una nueva manera de pensar nuestras relaciones con el territorio, los seres vivos que lo habitan hoy y los que vendrán. Desde esta perspectiva el agroecosistema es más que una forma de producir alimentos; es también un modelo social, económico y político.
Adhesiones:
Isabel Andreoni, Elisa Bandeira, Eduardo Bauzá, Alfredo Blum, Brenda Bogliaccini, Matías Carámbula, Juan Castillo, Carmen Ciganda, Leonardo De León, Ivonne Dos Santos, Macarena Gelman,
Nelson Larzabal, Cristina Lustemberg, Mariana Meerhoff, Constanza Moreira, Daniel Garín,
Fabiana Goyeneche, Marcos Otheguy, Margarita Percovich, Alejandro Zavala.
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(1) “Implementar un Plan Nacional para la promoción de la Agroecologia. El mismo priorizará las áreas rurales cercanas a pueblos y ciudades, cuencas utilizadas como fuentes de agua para uso humano, áreas de interés por su biodiversidad y zonas de concentración de agricultores familiares. Facilitará procesos de transición hacia la producción agroecológica y fortalecerá las experiencias ya existentes. Serán actores centrales los productores rurales, en especial agricultores familiares, jóvenes y mujeres rurales. Integrará sectores interesados en la seguridad alimentaria y nutricional, la soberanía alimentaria y la salud así como la conservación ambiental. El Plan será objeto de una intervención transversal, involucrando los ministerios vinculados a la producción agropecuaria, ambiente, ordenamiento territorial, salud pública, políticas sociales, educación, relaciones exteriores; gobiernos locales e instituciones de investigación y desarrollo. Contará con un ámbito de participación y control social, integrando representantes de los sectores sociales involucrados.” (p.64).