La forma en que ingresan funcionarios y funcionarias a la Intendencia de San José es tan conocida como irregular. Más que irregular, inmutable. Porque no está fuera de la regla ya que la regla en San José, como en muchas intendencias, es que se entra “a dedo”, por “amiguismo” o por “favor político”.
Recordemos que, en 2008, el Partido Nacional y el Partido Colorado se opusieron a un proyecto de ley que regulaba el ingreso por concurso a las intendencias departamentales. (Como se opusieron a topear el sueldo de los intendentes y funcionarios de confianza). El planteo había sido propuesto por el ex diputado y director de Gestión de RR. HH. de la Intendencia de Montevideo, Eduardo Brenta. ¿Saben quién votó en contra? El diputado herrerista por San José de ese momento, Alberto Casas, además de Gustavo Borsari, José Carlos Cardozo, Pablo Abdala y Rodolfo Caram (sí, el mismo que ahora es Intendente de Artigas y usted ya sabe). Los demás diputados de la oposición se habían retirado de sala para no hacer número y se necesitaba una mayoría especial de dos tercios.
En algunos casos, sin embargo, existen excepciones cuando la experticia de un puesto de trabajo es muy específica o absolutamente expuesta a la ventana pública. En este caso, me voy a referir al concurso que se realizó en 2008 para la ESCUELA DE DANZA – División FOLKLORE – dependiente del GOBIERNO DEPARTAMENTAL de SAN JOSÉ.
En julio de 2016 entró a la Junta Departamental una nota de una docente de danza denunciando una situación irregular en dicho concurso. Allí se explica que ingresaron de manera efectiva las dos personas que quedaron en primer y segundo lugar pero que, para cubrir las restantes vacantes, no se respetó el orden de prelación en que quedaron las demás. En ese año, 2016 concretamente, estaba dando clases un docente que había quedado en quinto lugar sin haber llamado a quienes estaban en tercer y cuarto puesto del concurso.
El tema pasó a las Comisiones de Derechos Humanos, Educación y Cultura y a la de Legislación y Asuntos Laborales. Aquí me quiero detener, porque ambas comisiones (que integramos con nuestra banca) se ocuparon del tema. En la Comisión de Legislación se presentaron dos notas al ejecutivo departamental que no fueron contestadas. Se contestó recién el pedido de informes que realizara la comisión en su conjunto a finales de 2017.
La respuesta oficial de la Intendencia a la Comisión de Legislación fue la siguiente:
“De acuerdo a lo informado por el ex – Director de Cultura Juan Carlos Barreto, el concurso efectuado fue realizado para cargos puntuales, no generando un derecho adquirido de acuerdo a los resultados obtenidos para posteriores cargos. – El cargo otorgado posteriormente se debió a causales concretas referidas a la situación puntual generada en las que se consideró la mejor opción contratar a la persona señalada, situación que no se encuentra vinculada al concurso efectuado anteriormente.”
En pocas palabras, se hizo un concurso en el que entraron dos personas. Luego no se hicieron más concursos y se contrató a quien se tenía ganas de contratar y se evoca a un director que ya no está como para no comprometer a nadie de los que están ahora.
Si el problema era que pasó tiempo se podría haber realizado otro concurso ¿no es así? Si el problema era que posteriormente aparecieron “causales concretas referidas a la situación puntual generada” se podría haber realizado otro concurso ¿no es así?
¿Por qué en situaciones puntuales se recurre al concurso y en la mayoría de los casos no?
Lo llamativo, más allá de la situación referida, es la práctica habitual y cotidiana de la forma de ingreso a la Intendencia. A ésta y a unas cuantas más. Si esto sucede con unas pocas horas de docencia, no quiero saber lo que se codician otros puestos de mayor carga horaria y jerarquía en el organigrama. De viáticos y horas extras se ha hablado bastante, aunque deberemos insistir.
El tema de los ingresos a la administración pública nos preocupa en todos los ámbitos, nacionales y departamentales, las intendencias y municipios son parcelas de poder y distribución de cargos. Se debería de una vez por todas ir a una ley que regule de igual forma el ingreso a TODOS los niveles de empleo público. Luego cumplirla, claro está. Porque para muestra tenemos un botón… o varios.