Argentina: el vale todo
La democracia supone el reconocimiento de todo sujeto como agente dotado de razón y pasión, por consiguiente de dignidad. A partir de ello se establece una base universalista fundada en el respeto y el reconocimiento mutuo. Esta definición contiene elementos que han sido históricamente desconocidos en la política argentina, el descrédito personal, la sin verdad entendida como el desprendimiento del imaginario de que realmente es u ocurre, creando formas lingüísticas disruptivas que ponen en jaque una narración real.
La convivencia humana es posible si se aglutina una mayoría más fuerte que los hombres aislados y se cohesiona frente a ellos: los otros. La comunidad como paso cultural decisivo debe de aceptar el malestar, Freud dice que dicho progreso cultural se paga con el déficit de la dicha, si los principios de la vida están fijados por el placer, como superamos una vida gravosa, dolores y angustias. Depositando en el otro todos esos sentimientos cargados de energía negativa. Ranciére, da un paso más en la actitud frente a la democracia “Justamente, la denuncia del `individualismo democrático consigue encubrir sin mayores gastos dos tesis: la clásica de los poseedores(los pobres siempre quieren más) y la de las élites refinadas: hay demasiados individuos, demasiadas personas, aspirantes al privilegio de la individualidad. El discurso intelectual dominante coincide así con el pensamiento de las élites censitarias y eruditas del siglo XIX, la individualidad es una buena cosa para las élites, pero si todo el mundo accede a ella se transforma en una catástrofe de la civilización” (Ranciére, 2012,46)
Estas afirmaciones se corresponden plenamente, no solamente al proceso argentino, sino a lo que está ocurriendo en gran parte de América Latina y porque no el mundo. La derecha se consolida y la cultura del egoísmo como estrategia del sistema no ha dudado en dinamitar la relación siempre compleja y no exenta de conflictos, entre la tradición igualitarista y la tradición de la libertad individual. La practica de la libertad ha sido sistemáticamente empobrecida a medida que ha avanzado a nivel planetario (Forster.E). En Argentina el triunfo de Macri marcó sin duda la consolidación de dicho proceso. La campaña del 2015 fue el momento de movilidad de sectores de las clases medias y altas, pero también de sectores bajos que se sintieron identificados con el proyecto del nuevo Presidente.
El gobierno prometió “la vuelta al mundo” de Argentina, pretendiendo encarar un proceso civilizatorio de normalización del país, afirmando representar un nuevo sector alejado de los viejos partidos que habían conducido al país al abismo. Su espacio político representaba una nueva política con sectores de las clases medias, modernas y urbanas.
Una explicación posible a este proceso es que durante el periodo anterior afirma Calcagno “es el planteado por un amplio grupo social que ascendió socialmente y duplicó en número de integrantes de la clase media, según estudios del Banco Mundial. Se trata de grupos heterogéneos: desde las tradicionales profesionales autónomos y pequeños empresario, hasta los obreros calificados que ascendieron, hay una enorme gama de valores, modos de vida, intereses, ideas y costumbres” (Calcagno Eric, 2015,22)
La presencia de CEOs, en su casi totalidad representantes de las empresas y bancos transnacionales, dio una primera pauta de los cambios a realizar. Para estos actores, lograr un espíritu estatal, desconocido por ellos, tendió a producir tensiones aún dentro del equipo, a lo que se sumó cierta incomprensión de cómo manejarse con otros actores sociales como los sindicatos, los movimientos sociales, pero también con el mundo privado que se resiste a la imposibilidad de dar respuesta a sus reclamos de manera inmediata. El desgranamiento de la oposición permitió ante las amenazas de quitar ayuda a las provincias, sectores del peronismo votarán las leyes más reaccionarias.
La utilización de los DNU (decretos de necesidad y urgencia) fueron una herramienta que en muchos casos resultó útil. En otros fueron obligados a pasar por las instituciones correspondientes de modo de frenar algunas iniciativas, como el nombramiento de dos jueces para la Corte Suprema.
De todos modos muchos fueron aprobados con el voto y el beneplácito de sectores de FVP, diputados y senadores que aprobaron el proceso de endeudamiento externo, con el fin de pagar la deuda a los bonos llamados “buitres”. Se emitieron 16.500 millones de dólares para pagar a dichos fondos. En dos años el endeudamiento externo creció en 210.000 millones de dólares. Argentina deberá pagar en el corriente año 57.000.millones. Se han fugado del país 262.343 millones o sea el 44% del PBI.
Los dos años de gobierno no han sido especialmente felices en el área económica, política y social. Pese a la situación política las elecciones de Senadores y Diputados fueron un proceso de consolidación del gobierno de Macri. Logró 72 Senadores, mientras que la oposición perdía 8 bancas. En Diputados se logró 257 y se perdieron 20 bancas. ¿Cuál es el panorama actual? La desocupación ha llegado al 9,2% según cifras del INDEX. La inflación es del 72%. Lo que corroe de manera especial a los sectores más desprotegidos, a lo que suma la quita de asistencia en la salud y el aumento del 50%del agua y la luz. Gran parte de la población se encuentra imposibilitada de acceder a los servicios básicos.
Pero quizás uno de los aspectos más negativos de este gobierno ha sido la negación de los Derechos Humanos y cierto desprecio de la lucha llevada por las madres y abuelas de Plaza Mayo, que durante años han luchado en búsqueda de verdad y justicia (para el Presidente Macri la definición de esta lucha fue: “curro”).
Los últimos días de diciembre la quita al regimen jubilatorio del 82% movil, conmovió las entrañas de amplios sectores de la población. Las enormes manifestaciones fueron invisibilizadas y según el discurso oficial fue lógico ante la violencia de los otros, de los “terroristas”. A todo ello se suman las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, ignoradas y manipuladas por las versiones más inverosimiles.
Argentina como casi siempre juega su destino en la incertidumbre y en los límites.
Susana Mallo