Ante el próximo Plenario Nacional del Frente Amplio, Casa Grande declara:
1. El Frente Amplio y el Gobierno Nacional enfrentan una difícil situación ante los cuestionamientos al compañero Raúl Sendic, surgidos de su actuación en la gestión pública. En el próximo Plenario Nacional del 9 de setiembre se conocerá el dictamen del Tribunal de Conducta Política sobre los alcances del uso de la tarjeta corporativa de Ancap. Si surgiera una evaluación negativa en dicho dictamen, será tarea del Frente Amplio determinar una sanción que sea estrictamente proporcional al eventual grado de apartamiento de los principios éticos de la acción política.
2. En este doloroso proceso todos tenemos responsabilidades ineludibles: las deslealtades, las filtraciones, los cálculos menores, el encarnizamiento y el predominio de lógicas de construcción de poder, han sido elementos evidentes que interpelan una herramienta tan esencial para el Uruguay como el Frente Amplio.
3. Luego de muchos años de gobierno (a nivel nacional y departamental), el Frente Amplio no ha sido capaz de seguir con rigor sus propias definiciones sobre las formas de ejercicio de los cargos con responsabilidad política. En su momento esos compromisos fueron consensuados, («Lineamientos éticos funcionales para la Acción Política» (1990), «La transparencia en la función pública» y «Lineamientos de conducta para la función pública» (2004)) y muchas veces su desconocimiento nos ha colocado en situaciones reñidas con la ética y las formas de hacer política que la militancia –y la población en general- esperan de una fuerza de izquierda. Con el paso del tiempo, hemos sido arrastrados por una lógica de discrecionalidad en el ejercicio del poder a la cual no le hemos podido dar ni seguimiento ni contención.
4. Casa Grande hace un llamado a recuperar y renovar el compromiso con los principios rectores acordados en estos documentos y así avanzar en la implementación de criterios y mecanismos exigentes que abarquen todas las áreas de actuación de los compañeros y las compañeras que asumen responsabilidades públicas.
5. No podemos olvidar que esta encrucijada ocurre en un contexto internacional y regional de fortalecimiento de los proyectos neoliberales y conservadores, cuya estrategia consiste en la judicialización de la acción política, la creación de un clima de sospecha sobre todo lo que es político, la deslegitimación de los gobiernos mediante la construcción de una agenda pública marcada por los medios hegemónicos de comunicación y el aislamiento de aquellas experiencias que han implicado inclusión social, redistribución económica y nuevas perspectivas de desarrollo.
6. El Frente Amplio debería realizar una fuerte autocrítica y, a partir de ello, ensayar una reacción colectiva para recuperar su esencia histórica, su compromiso con los más vulnerables y su voluntad de revertir todas y cada una de las injusticias que tienen lugar en la sociedad.